lunes, 5 de octubre de 2015

Asesinato en Mesopotamia


Empezamos octubre con Asesinato en Mesopotamia. Publicado por primera vez en 1936 y ambientada en una excavación arqueológica, mundo que conocía bien desde hacía unos años pues solía acompañar a su segundo marido, el arqueólogo Max Mallowan.

Se trata de otro Poirot enfrentado a un aparente crimen perfecto en el que todos son sospechosos pero a la vez parecen tener coartadas perfectas.

Veamos qué opinan nuestras lectoras. Empezamos por Bichejo:

Otra vez Poirot, sin Hastings, que a mí me gusta que esté, no sé muy bien por qué, porque siempre parece el pobre el tonto útil.

Me ha gustado que lo haya ambientado en una expedición arqueológica, más todavía después de haber leído su autobiografía. En algún momento me he tenido que volver a la guía de personajes porque me he liado con los nombres y la resolución me ha parecido de las más pilladas por los pelos. 

Con todo, me ha entretenido mucho y ni de casualidad me imaginaba quién era el culpable. Aunque es verdad que cada vez me hago teorías más elaboradas. Desde hace unos meses leo más en el transporte público y en tres viajes (ida-vuelta-ida) lo he rematado. Eso también me gusta, aunque tenga poco que ver con el libro.

Un par de cosas que he marcado

"Se notaba cierta tensión en la atmósfera. Lo explicaré mejor diciendo que se pasaban la mantequilla de unos a otros con demasiada cortesía"

"No era joven. Calculé que tendría entre treinta y cuarenta años." Qué diferente a estos tiempos en los que te llaman joven hasta que das el perfil de viejo...(he mirado en lo que escriben mis compañeras y creo que no soy la única escandalizada con esto...)

Seguimos con Paula:

Nos vamos a uno de esos sitios exóticos en los que los ingleses se mueven como Pedro por su casa ¡ay! ¡la de ventajas que tiene el imperio! ¡¡Y hay hasta espías!! ¡¡espías alemanes!!

Una enfermera nos cuenta sus impresiones y así nos libramos de muchos de los pensamientos comomolo de Poirot, que seguro que los dice en voz alta, pero mira, la enfermera es lo suficientemente discreta para no repetirlos, o al menos él es lo suficientemente educado para no tratarla como trata a Hastings... tengo la teoría de que Doña Agatha se dio cuenta en algún momento de que estaba quemando al personaje, porque para un rato (como diez novelas) su forma de comportarse es simpática, pero llega a hacerse insufrible.

Me ha llamado la atención en especial esta vez los líos que se trae con las mujeres (Doña Agatha, que es una mujer de su tiempo, culpa de los líos a las mujeres, pero los hombres no salen aquí mucho mejor parados, no crean), a la muerta (que mira que tardan en matarla esta vez, hay que ver) que todos quieren-odian-admiran-detestan tan bella como adorable-insufrible... me pasé hasta la solución pensando que entre todos la mataron y ella sola se murió ¿acerté? Aaaaah, no sé, leanla que aquí tenemos una narradora en primera persona -la enfermera que va a cuidar a la señora ¿a la que le están haciendo luz de gas?- y le da un punto muy curioso a sus recuerdos.

Después Pi:

Volvemos al rollito Cluedo que tanto me gusta. Espacio cerrado y ¿Quién será el asesino? Sólo puede ser uno de ellos.
La historia se desarrolla rápida sin llegar a aburrir aunque yo también me he liado a veces con los personajes y he tenido que mirar la guía.
El desenlace sorprendente y bien ideado aunque sí que un poco traído por los pelos. Poirot ve con toda normalidad algo que sólo puede salir bien de chiripa.
Respecto a la historia detrás y su desenlace... Vamos anda, eso no se lo cree ni ella!!!


Y por último Anijol:

Debo confesar que estoy empezando a cansarme. Aparte del escenario exótico no me ha aportado nada nuevo. Últimamente además me sucede que en el párrafo anterior a que Poirot (o el que sea) empiece la resolución me viene a la cabeza el asesino. Supongo que por eliminación porque con tanta trampa el motivo y la realización del crimen se me escapan.

Nos hemos vuelto a encontrar con "alienistas". Ya tengo curiosidad por saber si cuando se tradujo realmente se usaba la palabra. También con falleba, que es una palabra preciosa y que casi nadie usa ya. Como las propias fallebas por otro lado.

Las marcas de la casa siguen ahí, cómo no:

"Pensé que siempre ocurre lo mismo. Los celos surgen dondequiera que varias mujeres deban convivir".

"¿Hechos? ¿hechos? No son más que mentiras contadas por un cocinero indio y dos criados árabes. Maitland, suted conoce a esa gente [...] Para ellos no representa nada la verdad."

"Los extranjeros, según dicen, tienen líos de faldas  cosas por el estilo". Como todos sabemos la clase política inglesa es un dechado de virtudes conyugales...

"No era joven. Calculé que tendría entre treinta y cuarenta años" ¿Cómo?

 Volvemos en dos semanas con Cartas sobre la mesa. Tengan cuidado ahí fuera.

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