lunes, 30 de mayo de 2016

Cianuro espumoso

Acudimos a la reunión quincenal para resolver el misterio que nos propone Agatha Christie. Cianuro espumoso fue publicado en EEUU en febrero de 1945.

La bellísima y cabezahueca adinerada Rosemary se suicida durante una cena en el lujoso restaurante Luxemburgo. Unos meses después, su viudo, George, que se ha hecho cargo además de la hermana de Rosemary, la jovencísima Iris, que además es su heredera, recibe unos anónimos en los que se le dice que Rosemary en realidad no se suicidó con cianuro delante de todo el mundo, sino que fue asesinada.

Veamos qué dicen nuestras lectoras:

Empezamos con MG:

Esta es una de esas veces en las que lo malo del libro no es el libro sino que es el lector. Como ya he contado veinte mil millones de veces, hace unos años empecé este proyecto por mi cuenta y sin ningún orden y de vez en cuando acabo releyendo algo que leí entonces. En muchos casos, los recuerdos son bastante vagos y a veces ni me acuerdo de quién era el asesino.

En este caso, en una novela de asesinatos realmente fabulosa, va mi rubia cabecita y se acuerda de absolutamente todo. Al menos de todo lo importante: las razones de cada uno y quién, cómo y por qué lo hizo. Una fatalidad. PERO, si conociendo todos esos detalles disfrutas de la historia es que estás delante de una historia de las buenas. Y esta lo es.

En este caso, además, doña Agatha se empeña en mostrarnos a gente que no le es simpática, casi nadie en este libro le gusta, y eso se nota bastante. Cuando se pone dura con sus personajes nadie lo es más que ella.

Algunas cosas que he marcado

"La gente feliz fracasa porque se encuentra en tan buenas relaciones consigo misma, que le tiene sin cuidado todo lo demás"

(Hablando una pareja de dinero, y aquí vemos que en realidad era más moderna de lo que a veces parecía...es la chica quien habla) "Me quedaré con un poco, por si alguna vez quisiera hacerlo, poder permitirme el lujo de dar media vuelta y abandonarte."

Seguimos con Pi:

Simplemente brillante. Ni Poirot, ni Marple, ni falta que hace. Un libro que empieza a escribirse sólo a través de los recuerdos / sospechas de un asesinato sucedido en el pasado inmediato. A partir de ahí enlaza con el presente y la historia fluye sin que apenas nos demos cuenta. 
He disfrutado muchísimo este libro y a sus protagonistas. Todos parecen culpables de los de "sin duda ha sido este" y los que tienen que ser inocentes también también los ves como asesinos porque sabes como se las gasta Agatha. Y reconozco que me ha tenido engañada hasta el final. En algún momento he pensado en esa solución, pero he pensado en tantas que no tiene mérito. 
Muy recomendable.

Y terminamos con Pau:

Una vez más, Doña Agatha, que se ve que está de Poirot tan hasta las narices como quien esto escribe, nos planta una novela en la que no hay un detective investigando desde el principio, contra la fórmula con la que se hizo famosa. 

En esta ocasión, el lector se encuentra solo, hasta muy avanzada la trama, ante el asesinato de Rosemary y, en capítulos dedicados a cada uno de los asistentes a la cena en la que murió, pretende doña Agatha que sospechemos de todos ellos y, curiosamente, lo consigue... El problema es que no es difícil adivinar qué ha pasado porque las pistas que va sembrando (esta vez sí, no hay trampa) son tan obvias que es imposible no ver que hay algo raro antes los detalles colaterales que nos muestra.

Interesante, como siempre, ver hasta qué punto se puede hacer despliegue de una misoginia espectacular sin que chirríe lo más mínimo, es más, hay un personaje, Iris, que, cito, "siempre había sido muy joven para su edad" ¿no es, sencillamente, maravilloso?

Y más interesante, si cabe, ver cómo ha calado en Doña Agatha lo que se diría en su época sobre la novelas policiacas para que haga semejante ejercicio de metaficción:

"En una novela policíaca, claro, se trataría de un papel especial doblado de una forma determinada. Me gustaría darles a esos escritores de novelas policíacas un curso de investigación práctica. ¡Pronto se enterarían de que resulta imposible descubrir la procedencia de la mayor parte de las cosas y de que nadie se fija en nada en ninguna parte!

Que no es otra cosa que trasladar sus trampas a otros lugares más allá de los acostumbrados...

La próxima quincena leeremos Sangre en la piscina. Mientras tanto, tengan cuidado ahí fuera.

1 comentario:

  1. Cianuro espumoso es una de mis favoritas, de las que más recuerdo. Igual es también porque no aparecen los personajes recurrentes.

    Me encantan los destacados de MG :)

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