lunes, 26 de diciembre de 2016

El templete de Nasse House

Una quincena más estamos aquí desvelando un nuevo misterio de Agatha Christie, en esta ocasión El templete de Nasse House.

La novela fue publicada en Inglaterra en 1956 y llevada al cine, con Peter Ustinov como Hércules Poirot, treinta años después.

En esta ocasión los servicios de Poirot son requeridos por una escritora de novelas de misterio a la que le han encargado organizar un juego para una fiesta; el juego consiste, oh sorpresa, en resolver un asesinato ficticio, pero la escritora está intranquila, intuye que algo va a pasar... y pasa, como ella temía alguien es asesinado aprovechando la fiesta y el propio juego.

Veamos la opinión que en esta ocasión tienen nuestras detectives:

Empezamos con MG 

A ver, querida Agatha, no me voy a enfadar porque se acerca la Navidad, que es tiempo de paz y amor. PERO. Si no me das todos los datos es imposible que acierte en la vida quién es el asesino. 

Lo hace de vez en cuando y cada vez me resulta más molesto.

Con todo, me ha gustado bastante, había montones de sospechosos y todos con su motivo y su oportunidad. Por ese lado bien. Me hubiera gustado mucho que saliese más la señora Oliver, que en este libro aparece muy tangencialmente y para mí es un personajes fantástico.

"Pensar cosas no es nada difícil. Lo malo es que piensa una demasiadas, y entonces todo se vuelve complicadísimo, y tiene una que desprenderse de algunas ideas, y eso sí que es horroroso."

Me gusta cómo recrea toda esa época de casas de familia inmensas, con su embarcadero, sus rosaledas y todas esas cosas que sólo sirven para hacer bonito. Creo que se le nota una cierta nostalgia al ver que es un mundo que está desapareciendo...

Esta es una de las primeras novelas de Agatha Christie que leí de niña. Y no me acordaba de absolutamente nada.


Seguimos con con Pi

No conocía esta novela no había oído hablar de ella. Me extraña que no tenga más fama porque es verdaderamente buena. 
Sigue la fórmula habitual pero mucho más enriquecida. La historia que crea alrededor , el contexto donde sitúa el crimen , es totalmente original.
Me he pasado todo el libro sospechando de unos y de otros. Eso, como he comentado más veces, es para mí el mejor indicador de una buena novela de misterio. Sin embargo estoy de acuerdo con MG: me revienta que Agatha no de al lector toda la información y se guarde cartas. Jugar al Cluedo es el aliciente principal de este tipo de novelas.
En esta novela se hace palpable el cambio en la sociedad inglesa desde que ella comenzó a escribir. Se mezclan personajes tradicionales con modernas excursionistas, dejando mejor paradas a las primeras, todo hay que decirlo.
El final es simplemente magistral.

Y terminamos con Pau:

Nos encontramos, una vez más, con la fórmula mágica de Doña Agatha, una típica novela de Cluedo. Pensaba que la autora se iba a cebar más con Poirot, como cada vez que aparece alguien que escribe novelas de misterio, pero imagino que hasta eso ha agotado a la señora Christie. En cualquier caso la novela tiene cosas bastante graciosas y destacables, como el aparentemente salto de modernidad de Doña Agatha que aun en su campiña de nobleza British puede tolerar desvaríos varios y, quizá sea cosa mía, percibo en ella cierta inquina -permítanme la broma- por sus semejantes de clase social ¡no para de matarlos, arruinarlos, convertirlos en mentirosos, estafadores...! En cualquier caso no he visto la misoginia habitual, y eso ya es algo.

El detalle que más me ha gustado, no obstante, ha sido la creación del juego; y ha sido lo mejor porque ya que la autora no se iba a cebar con Poirot, se ha cebado con las ficciones de novelas de espías de la guerra fría llenas de comunistas absurdos e ingenieros atómicos... que, no olvidemos, ella misma ha contribuido a fomentar.

En muchos momentos he recordado la novela anterior, pero corregida. La novela y su consiguiente solución es enrevesada como siempre, pero la autora no ha necesitado dar doscientos saltos mortales a cada cual más increíble para que cuadrara, bien hecho.

Tras un breve aunque intenso descanso navideño volveremos el 16 de Enero con El tren de las 4:50. Feliz Navidad y próspero año nuevo.

Mientras tanto y hasta que volvamos a encontrarnos, tengan cuidado ahí fuera.

lunes, 5 de diciembre de 2016

Asesinato en la calle Hickory




Estamos de vuelta, esta quincena con Asesinato en la calle Hickory, otra de las aventuras de Poirot.

En este caso Poirot se va a una especie de residencia/pensión para estudiantes, en un acto de generosidNO, por puro interés, ya que su eficiente secretaria Miss Lemon está descentrada ya que su hermana es la directora de dicha residencia, en la que se están cometiendo pequeños robos y fechorías. Y claro, después empiezan los asesinatos.


Veamos qué opinan nuestras lectoras

Empezamos con Pi

Vuelta a la esencia de Agatha, a los asesinatos costumbristas que tanto me gustan. A pesar de haber muchos personajes "en el ajo" me ha resultado fácil seguir la historia y distinguir a unos de otros. Os reiréis, pero hay libros en los que es un verdadero suplicio para mí el quien es quien. 
Mucho estereotipo racial, lógico en los años 50 cuando el mundo estaba menos globalizado, y mucho estereotipo hombre/mujer. La secretaria fea pero eficiente, la muchacha que debe hacer cualquier cosa para pescar a un hombre, etc. Hoy en día por menos de eso se hubiera quemado a la autora en la hoguera de Twitter.
La historia es muy entretenida y no se hace pesada en ningún momento. Poirot aparece en su punto justo sin resultar cansino, y se da más peso al detective de la policía que en otras novelas.
La trama se va complicando cada vez más y lo que parecía no era, pero finalmente todo queda resuelto de forma coherente.
Y lo mejor de todo, permite jugar al lector a resolver el caso. No es de los libros en los que Poirot se saca de la manga una pista en el último momento. Yo no he acertado ... otra vez será.




Seguimos con Pau


Otra vez Poirot... pero como Doña Agatha estaba hasta el moño de él es casi parte del paisaje, que lo soluciona todo y todo lo ve y lo sabe, sí, pero no es omniinsufrible porque decora sin estorbar demasiado. 
En esta ocasión nos encontramos en una residencia de estudiantes (aunque luego resulta que muchos no son estudiantes, no sé si porque a la señora Christie se le olvida o porque en las residencias de estudiantes de la Inglaterra de los 50 las susodichas residencias eran pensiones sin más) que le sirve a la autora para llenarla de los más variopintos jóvenes -por una vez pone a chicos negros que no están haciendo cosas de salvajes, aunque a la señora Christie se le siguen haciendo insoportablemente exóticos (que no los soporta ella, quiero decir)- que por supuesto están enamorados entre sí (eso jamás puede faltar en esta autora) y tienen muchas cosas que esconder.

Me lo he pasado pipa leyéndolo, iba a camino de ser uno de mis favoritos... hasta casi el final; y es que tiene una solución tan zafia, tan vulgar, tan inverosímil que se ve de lejos de lo inverosímil que es, que no ha estado a la altura ni mucho menos del potencial que tenía la novela. Lástima.


Terminamos con MG


Cuando ya has leído muchos libros de Poirot llegas a dos conclusiones: una, la manía que le tenía doña Agatha a su detective. Dos, que como es su personaje más famoso, en ocasiones es el protagonista Poirot, como podría serlo mi primo Pepe, porque aporta poco. Para mí es porque le falta el contrapunto de Hastings, que le da vidilla al asunto.



Esta novela me ha entretenido, quizás demasiados personajes, tarda un poco en haber muertos, pero como hay varios se lo perdono.



Me ha hecho gracia el motivo egoísta por el que Poirot se involucra en la historia, y es la propia Agatha la que define perfectamente al belga en un solo párrafo:



"Orden y método fueron el santo y seña de Hércules Poirot durante muchos años. Con Jorge, el perfecto mayordomo, la señorita Lemon, la perfecta secretaria, el orden y el método rigieron siempre su vida. Y ahora que los bollos para el té tenían forma cuadrada en vez de redonda, no podía quejarse de nada"



También en este libro vemos que estamos en los años 50, y se decían en voz alta que ahora está mal visto incluso pensar



"En mi opinión una chica tiene derecho a poner en práctica recursos desesperados para pescar a un hombre"


Volvemos en dos semanas con el último libro del año, El templete de Nasse House. Mientras tanto, como siempre, tengan cuidado ahí fuera.